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Desde hace años, las viviendas españolas deben poseer un certificado de eficiencia energética. Esta obligación viene derivada de una serie de medidas y normativas destinadas a reducir el consumo de energía y la contaminación en nuestro planeta.
Si bien mucha gente cree que esta eficiencia proviene del gasto de los aparatos y de la instalación eléctrica de la vivienda, lo cierto es que se puede trabajar en ella desde la construcción y el diseño. Materiales como el vidrio, el mármol o la madera aumentan la eficiencia energética de forma indirecta. Si bien esta eficiencia tiene una ventaja en la reducción de la contaminación, lo cierto es que también se reducirá la factura de energía.
Veamos qué aspectos hay que tener en cuenta a la hora de elegir los mejores materiales para la eficiencia energética.
Puente térmico y transmitancia
Cada material posee un valor de transmitancia que hay que conocer a la hora de construir o diseñar y decorar una vivienda. Además, es más importante incluso saber cómo se combinan dichos materiales, ya que se conseguirán mejores niveles de eficiencia energética.
Sin embargo, sólo tiene sentido hablar de dicha combinación si los materiales están dentro del mismo tipo de cerramientos y grosores.
Componente económico
Obviamente, aunque pese, este es un aspecto a tener en cuenta, siempre y cuando la eficiencia energética de los materiales elegidos sea más o menos pareja. Sin embargo, también existen, dentro de este aspecto, otras condiciones como la estética, el espacio disponible o la percepción del sujeto sobre lo que es cómodo o no.
Otra condición a considerar es si merece la pena la inversión, es decir, si se va a amortizar en un corto o medio espacio de tiempo. Mucha gente necesita ver en números el ahorro para saber si merece la pena el gasto.
Rendimiento térmico
Cuando se renuevan una vivienda o se planifica una de obra nueva, que la combinación entre diseño y aislamiento sea correcta marcará la diferencia en el rendimiento térmico de la vivienda.
El valor lambda, también llamado conductividad térmica, determina el buen nivel de aislamiento del material en condiciones perfectas. Cuanto menor sea el valor lambda, mayor será el rendimiento térmico.
Comportamiento del material
La eficiencia energética no depende simplemente de que el aislamiento tenga un valor de lambda bajo. Incluso la existencia de una mínima brecha de aire puede tener una gran impacto en la eficiencia energética de la vivienda.
El comportamiento del material sobre un largo período de tiempo es un factor importante a tener en cuenta.
Determinados materiales incluyen gases que se van disipando con el paso del tiempo, reduciéndose de esta forma su capacidad de aislamiento.
Otros, aunque tengan una bajo valor lambda cuando los compras, se pueden encoger o desplazar debido a modificaciones en la temperatura y la humedad, lo que provocará un descenso en su eficiencia energética.
La humedad puede acumularse en algunos materiales que se suponen aislantes y afectan a su rendimiento energético, pudiéndose desarrollar moho y hongos. En condiciones normales, el aislamiento debe permitir que la humedad pase a través.